Consiste en crear bajo la piel una malla de hilos para, por sí misma y por la fibrosis que se constituye en torno a ellos, proporcionar a la piel el soporte, la textura y la tensión perdida con los años.
En el caso de los hilos de oro, además genera una reacción inflamatoria específica a su
alrededor con producción masiva de fibras de colágeno y elastina propias, y fibrosis cicatricial.